La nota con La Razón es con la condición de "charlar un ratito". Bien. Aceptadas las reglas del juego, Gabriela Toscano se despacha y, al final, terminará explayándose, y a gusto, más de la cuenta. Se entiende que no haya tiempo para reportajes: a menos de 24 horas del reestreno de "La duda", intenta empaparse al máximo de las características de la severa y adusta hermana Luisa, que en 2006 personificara con altura Susú Pecoraro."Para un papel de esta envergadura, tan movilizador, necesito unos dos meses y medio de cocción. Pero bueno, no pudo ser... Entonces, me maté durante un mes, entre cinco y seis horas diarias. Por nada del mundo me quería perder un rol como éste", dice la actriz que lleva 38 años de una carrera "meticulosa", como ella gusta calificar su trayectoria...
A Toscano le toca la nada sencilla función de suplantar a una colega (Pecoraro), pero para "la ama de casa desesperada", ése no es un inconveniente: "Si bien heredo un papel, cada actor tiene un mundo, un mundo rico para contar. No siento que recibo un personaje, ni tampoco tengo presiones. No soy una novata, sé manejarme".
Un dato que no pasa inadvertido es que, como en "La prueba" —exitazo que la tuvo junto a Pablo Rago, Osvaldo Santoro y Carola Reyna—, el director es Carlos Rivas, su marido. "Aunque yo no hiciera a Luisa antes, estaba preparada, porque al personaje lo conocí desde su concepción. Además, tengo todo el apoyo Carlos, a quien le consulto en casa ante cualquier duda que me surja", afirma.
¿Qué tendrá la Luisa versión Gabriela Toscano?
Carácter, contundencia, será una perra de presa en busca de lograr su objetivo.
¿Sugeriste proponer alguna faceta distinta?
Sí, mi Luisa tendrá una actitud de guardiana feroz... Se lo propuse al director (pone distancia) y me lo aceptó. En el teatro manda Carlos, en casa es más repartida la cosa... (Risas).
¿Qué es lo que más te gusta del personaje?
Su causa en pos de la integridad de los chicos de la escuela.La obra toma lugar en una escuela primaria católica, donde la directora detecta actitudes que le parecen sospechosas en un superior (Vena) suyo en jerarquía, el sacerdote más popular y progresista de la parroquia, que dicta clases a un grupo de niños. La sagaz directora sospecha que el cura ha intentado abusar de un alumno, en la soledad de la sacristía.
¿Cómo fueron el encuentro y, luego, la química con Vena?
Una afinidad absoluta. Además, fue lindo volver a encontrarnos, ya que no compartíamos un trabajo desde hace más de 20 años, cuando hicimos "Estado civil". Y es muy placentero trabajar con alguien con quien se sintoniza tanto.
Se te nota serena... ¿es la experiencia o sos una gran actriz?
Estoy tranquila, pero cada tanto surge algún ataque de caspa... Esta madrugada me desvelé como a las cuatro, no podía dormir, mientras mi marido estaba lo más pancho en su quinto sueño. Y me fui a repasar escenas a la cocina.
¿Cómo se superan ese tipo de tensiones?
Con la concentración. Una vez que estoy compenetrada, puede haber un terremoto en la esquina, que no me entero.
Fuente: Diario La Razón.
