1. Lía Salgari, por Mercedes Morán
"Ella es una ejecutiva muy exitosa que acaba de tener su cuarto hijo y entonces toma la decisión de dejar su carrera para hacer la experiencia de criar, bien de cerca, a los chicos. Es una mujer nada pretenciosa, que vive con su marido y los niños (uno de 7 meses, otro de 5 años y mellizos, de 6) en una casa amplia, más cómoda que lujosa, práctica. El sello lo ponen sus hijos, ya que está poblada de juguetes y siempre se corre el riesgo de encontrar un indiecito escondido en un vaso. En la pretendida búsqueda de la seguridad, eligió un barrio aparentemente tranquilo, pero la apariencia de calma esconde, detrás de cada fachada, vidas tumultuosas. Hay mucha cosa escondida debajo del felpudo. El lugar es toda una metáfora de lo que habla el programa. Me hace acordar mucho a La caldera del diablo".
Primera visita al barrio: "Es muy fuerte ver cómo te construyen tu casa... para trabajar. Viví tres años en la zona de Pilar, no me es un lugar ajeno".
2. Gabriela Solís, por Araceli González
"Mi personaje viene de un pasado con algunas carencias y el presente la encuentra muy bien posicionada económicamente. Vive con su marido en una casa típica de nuevos ricos, que les permite a los dos ostentar, mostrar, lucirse en el barrio. Son dos pretenciosos que eligen el estilo recargado para reflejar su situación y eso se nota mucho en la fachada y en el interior de la casa. Es un clásico hogar de latinos, como si fuera una casa pasional. Gabriela es una tipa que está muy alerta, que desconfía, que está pendiente de todo... fundamentalmente del afuera. Con una infancia nada fácil, ella viene de pelearla sola en la vida y se casa con Carlos, con quien mantiene un vínculo intenso, pero él también la desatiende. Y como ella no hace nada en todo el día, empieza a ver en el jardinero la chance de la contención".
Primera visita al barrio: "Me impactó. Vera a tanta gente construyendo de verdad para contar una historia de ficción es muy movilizante".
3. Susana Martini, por Gabriela Toscano
"Está separada y vive sola con su hija, de 14 años, en un casa sencilla, donde se impone la estética de la armonía. Mi personaje estudia bellas artes, tiene cierta ingenuidad y mucha torpeza. Sin embargo, en su trabajo es muy rigurosa: hace dibujos para cuentos infantiles. El ambiente que más le gusta es la cocina, desde donde puede pasar horas mirando el afuera a través de la ventana. Como le dedica mucho tiempo a su casa, hay muchos detalles de romanticismo, como arreglos florales, velas... Se lleva muy bien con su hija, quien por momentos parece su madre y en algunas circunstancias se invierten los roles. Y es la chica la que la impulsa para que —luego de un año de estar separada— se anime a encarar al personaje de Juan Palomino. Y gana la hija, pero pierde la madre, porque se ve lo torpe que es."
Primera visita al barrio: "Me gustó venir, me hizo acordar de los viejos decorados de cuando yo era chica, en la época de gloria del cine".
4. Vera Sherer por Carola Reyna
"Su casa cuenta mucho. Vera viene de una familia aristocrática y es la mujer que más clase tiene de las cuatro. Y por tener la clase que tiene no es una tipa pretenciosa... eso sería vulgar en su caso. Las cosas tienen que ser de muy buen gusto. Para ella, lo que se ve cuenta y está obsesionada por la perfección. Su casa es clásica, bastante formal, de materiales nobles. Según su manual de estilo, lo importante es lo que perdura y lo que dé imagen de orden y prolijidad. Y entonces controla todo: aquello que perturbe su orden, debe desaparecer de inmediato, porque en el orden encuentra tranquilidad. Pero lo cierto es que camina sobre una cornisa. Yo la imagino como un jarrón de colección de porcelana china, que de lejos lo ves majestuoso, pero si te acercás mucho lo ves todo resquebrajado".
Primera visita al barrio: "Es un barrio que adoro y que vi crecer, porque viví muchos años a metros de aquí. En un sentido fue volver".
