Amas de Casa Desesperadas
domingo, agosto 27, 2006
posted by Andrés at 3:19 p. m.

Con Mercedes Morán, Araceli González, Gabriela Toscano y Carola Reyna, es la adaptación argentina de la exitosa serie estadounidense que siguen 28 millones de personas por semana.


El autor estadounidense Marc Cherry estaba mirando televisión con su madre, a mediados de 2002, cuando una noticia lo dejó helado: una mujer había ahogado a sus cinco hijos en la bañera porque ya no los soportaba. "¿Cómo puede alguien estar tan desesperado como para hacer algo así?", se preguntó. Después de un inquietante silencio, su madre le contestó: "Yo la entiendo".

A partir de ahí, Cherry, que hasta entonces había escrito guiones menores para TV, pensó qué pasaría si las protagonistas de Sex & The City, su serie favorita, cumplieran su sueño: encontrar a la pareja ideal e instalarse en una casa maravillosa en las afueras de la ciudad. Qué sucedería cuando descubrieran que seguían siendo infelices.

Así surgió Desperate Housewives, la serie más exitosa de los Estados Unidos: 28 millones de personas por semana (nueve veces la audiencia de un capítulo de 30 puntos de rating de Sos mi vida) vieron la segunda temporada, que acaba de terminar por ABC (aquí la emite Sony). Y Cherry firmó contrato para escribir cinco más.

Marcos Carnevale es el responsable de la adaptación local (que se verá también en Uruguay y Paraguay), y, junto a Sebastián Pivotto, de la dirección. No se trata sólo de una compra de derechos: coproducida por Buena Vista International Television y Pol-ka, es la primera realización conjunta y simultánea para cuatro países de América latina: Colombia, Brasil, Ecuador (y, más adelante, Chile) grabarán en nuestro país sus propias versiones, a las que aportarán elencos locales. Se trata de un nuevo modelo de negocios que se instala en la región.

Mercedes Morán, Araceli González, Gabriela Toscano y Carola Reyna son las protagonistas argentinas de los 23 episodios de la primera temporada (Canal 13, miércoles a las 23.30). Grabados en alta definición, se emitirán primero, una vez por semana, y luego dos, hasta fin de año.

La historia de cuatro mujeres que rondan los 40 y deben lidiar con sus familias disfuncionales es el eje de la serie, un auténtico experimento "multigénero" que combina policial, comedia negra, drama y grotesco. Cuenta Carnevale: "Primero cometí el error de pensar que la trama pintaba una problemática de la sociedad americana que yo debía adaptar a la nuestra. Pero enseguida me di cuenta de que estos personajes también reflejan nuestra cultura, y entonces decidí ser fiel a los guiones, casi no alteré nada".

"El cambio más importante fue el personaje de Gabriela (Araceli) —continúa—. Para los americanos representa la invasión de lo latino. Aquí, en cambio, será una nueva rica, que hizo dinero y quiere ascender socialmente. El tema del parecer, la cosa careta, es muy nuestra, es casi el mal de los porteños. Pero el registro de la serie no es realista. Esto transcurre en un barrio imaginario, al norte de la Capital. Ellas no son conchetas de country, no tienen la mentalidad del guetto. Son simplemente mujeres que en un momento de sus vidas decidieron victimizarse como amas de casa".

LIA SALGARI (Mercedes Morán)

"La gran pregunta de Lía es: ¿por qué puedo ser solvente manejando una empresa con ochenta personas, y no puedo, con la misma capacidad, manejar una casa con cuatro niños?", explica Mercedes Morán. "Es un mandato muy fuerte que tenemos las mujeres, que no hay éxito que nos alcance si no damos esa materia. Y si no la aprobamos con diez, es difícil que nos perdonemos. Esto es casi folclórico, pero es así: uno aprende de sus errores. El problema es que cada error que uno comete en la crianza de sus hijos, genera una desdicha, una culpa, muy difíciles de superar. En la maternidad, la ambición de perfección es tan alta, hay tanta exigencia, que a veces resulta triste". Fanática de la serie antes de que la convocaran para el personaje, y de la actriz Felicity Huffman, Morán confiesa que una de las cosas que más le gusta de Lía es la relación que tiene con su esposo, Tomás (Carlos Santamaría). "Este no es un matrimonio televisivo. Para la TV, el tema de la pareja se reduce a: romance, dificultades para concretarlo, y cuando se concretó, ya no interesa. Lo que me encanta de Lía es que, para empezar, la decisión de quedarse en la casa por los chicos es suya, no es una imposición. Y el marido es un divino, la quiere, no la engaña, tiene la líbido bien puesta... Pero, bueno, tienen cuatro hijos menores de siete años, ¿cómo no va a estar desesperada?".

GABRIELA SOLIS (Araceli González)

"Gabriela es una mujer muy ambiciosa, muy seductora, sabe perfectamente qué es lo que puede conseguir con su cuerpo", cuenta Araceli. "Está insatisfecha con su vida, pensó que casándose con este empresario, Carlos (Martín Seefeld), que la iba a arrancar de sus orígenes y le iba a dar todo lo que ella quería, iba a ser feliz, pero no. Ella es una modelo que viene del interior, que tuvo que remarla mucho, trabajar desde muy chica y sobreponerse a una historia familiar difícil. Sabe que no pertenece a este lugar, pero pelea por estar acá, no se rinde". Araceli dice que se propuso despegarse de la imagen de la sexy Eva Longoria para componer a su personaje. "Vi hasta el cuarto capítulo de la original y la dejé, porque dije si sigo viendo me voy a enfermar. Yo no tengo la estructura física de Eva Longoria, ella es más bajita y menuda, y recurre a cosas que a mí me parecía que me ridiculizaban, como la manera de caminar... Entonces decidí apoyarme en los directores, porque ellos tenían clarísimo lo que querían de cada personaje". La actriz reconoce que le costó ponerse en la piel de la más "manipuladora" del grupo. "Gabriela está siempre alerta, nunca se va a dejar ganar. Es muy calculadora y muy inteligente, no muestra aquello que le duele. Pero también es divertida, esa es la parte que más me gusta. Lo que más me costó es su rechazo a la maternidad, es lo que menos tiene que ver conmigo".

VERA SHERER (Carola Reyna)

"Fue algo mágico... Yo estaba re-enganchada con la serie, y cada vez que la veía a Bree (Marcia Cross) pensaba, tengo que hacer este personaje. Me interesaba ese carácter, ese comportamiento", cuenta Carola Reyna, que ya pasó por la experiencia de trabajar en dos adaptaciones de títulos estadounidenses, en una como actriz (La niñera) y en otra como directora de actores (Quién es el jefe). "Buena Vista es mucho más estricta en los lineamientos de la adaptación que Sony, seguramente porque se trata de un producto que está al aire en este momento. No hay nada librado al azar, ni siquiera el color de nuestra ropa", cuenta.

"Vera no es frívola, para ella la apariencia hace a las personas, las constituye, la forma es todo. La armonía del cuadro familiar, lo que se muestra, es importante, construye. Ella es la enfermera perfecta, tiene todo planificado, vive urdiendo artimañas, y todo tiene una manera, un protocolo... como las azafatas, nada es espontáneo, todo responde a un ritual. Al principio me quedaba dura, porque me costó mucho trabajar su rigidez corporal. Ella es rígida, pero amable, no tensa. Tiene algo de asesina de guante blanco... ¡es un personaje muy difícil! La diferencia entre Bree y Vera es que Vera es más latina, la mía es un poquito más blanda, trabaja un poco más la emoción. A Marcia Cross no se le mueve un músculo ni se la cae una lágrima, yo tuve que correr un milímetro ese borde".

SUSANA MARTINI (Gabriela Toscano)

"Susi es un personaje encantador", dice convencida Toscano. "Es una mujer que creyó en el matrimonio, en la pareja, y fue desilusionada, porque su marido la dejó para irse con la secretaria. Ella es muy inocente, crédula, quiere creer, defiende la verdad y la transparencia de las cosas. Tiene una hija de 14 años que es más adulta que ella, y una madre (Ana María Picchio) que es, como ella, una eterna adolescente. Se debate entre el vínculo que todavía tiene con su ex marido (Raúl Taibo) y el plomero que llega al barrio (Juan Palomino), y de quien ella se enamora".

"Creo que es el personaje más asociado a la trama policial de la serie, porque ella es la más interesada de las cuatro en averiguar los motivos por los cuales se suicidó Alicia (Cecilia Roth). Y, en ese sentido, lo va a ayudar al plomero, que está detrás de las pistas de su muerte. Tiene una relación muy interesante con Carla (Romina Gaetani), son como amigas-enemigas, rivalizan por el mismo hombre, compiten, pero a la vez las une algo muy íntimo".

"Susi es ilustradora de libros infantiles, y cree en los cuentos de hadas con final feliz. Es una ingenua, una idealista. Lo más difícil como actriz fue evitar que el personaje se fuera hacia los extremos, que no resultara tan tonta, o tan infantil, que no fuera una caricatura, pero que sí quedara expuesta su vulnerabilidad, su sensibilidad".


LOS PERSONAJES MASCULINOS (También es cosa de hombres )

Tomás Salgari (Carlos Santamaría) es el esposo de Lía (Morán). Un ejecutivo publicitario lleno de energía que aspira a ascender en su compañía, entusiasta y enamorado de su mujer y un padre muy presente, aunque no puede dedicarse a su familia todo lo que querría, porque vive en reuniones y viajes de negocios.

Carlos Solís (Martín Seefeld) es un empresario que amasó una fortuna en poco tiempo, aunque no se sabe claramente cómo y se sospecha de su "juego limpio". Vive agasajando a su mujer, Gabriela (Araceli González) y concediéndole todos sus caprichos. Es machista y celoso, y lo que más desea es tener descendencia.

Miguel Delfino (Juan Palomino) es el nuevo vecino que se mudó al barrio, un plomero que esconde un secreto: está investigando la muerte de Alicia (Cecilia Roth) y a su familia (Raúl Rizzo y Nahuel Pérez Biscayart). Se enamora de Susi (Toscano), pero no sabe cómo sacarse de encima a la bella Carla (Gaetani).

Ricardo Sherer (Jorge Suárez) es el sometido esposo de Vera (Carola Reyna): un hombre agobiado por las constantes exigencias de su mujer, que la engaña con otra vecina (Patricia Echegoyen), con quien satisface sus secretas necesidades sexuales. Siente que perdió el control de su vida y quiere divorciarse.

Jorge Pereira (Jean Pierre Noher) es el farmacéutico que está perdidamente enamorado de Vera (Reyna) y encuentra en su divorcio una oportunidad para acercarse a ella. Es un ser bastante oscuro y misterioso, que detrás de una apariencia inofensiva esconde un resentimiento que lo puede llevar a cometer actos terribles.

Pablo Oviedo (Raúl Rizzo) es el viudo de la suicida, Alicia (Roth). Es un hombre extraño, de pocas palabras y sin amigos, atormentado por el remordimiento y los recuerdos, pendiente de su hijo René (Pérez Biscayart) y con una sucesión de sospechosas muertes en su haber que cambiará la vida de todo el barrio.

LAS DOS PIEZAS QUE FALTABAN

Alicia Oviedo (Cecilia Roth) es la quinta "ama de casa desesperada". Da comienzo a la trama cuando decide acabar con su vida pegándose un tiro, para relatar su historia y la de sus vecinas en primera persona, desde el más allá. Su voz en off es el hilo conductor de la serie, y su muerte se relaciona con una verdad que ya no puede negar, vinculada a su maternidad.

Carla Otegui (Romina Gaetani, en la original, la infartante Nicollette Sheridan) es la enemiga de las amas de casa, una mujer sin escrúpulos, una "come-hombres" que coloca su sexualidad ante todo, y que no tiene reparos a la hora de seducir, aunque tenga que destruir una pareja. Por un lado, odia a las protagonistas; por el otro, las envidia y sufre su soledad y desamparo.


Fuente: Sección Espectáculos, Diario Clarín

 

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