En el caso de Lía Salgari, Mercedes Morán, ha logrado imprimirle su propio estilo a un look que mantiene características muy arraigadas respecto al original. Camisas holgadas, el cabello casualmente recogido con un broche y jeans, son los elementos que desde el vestuario intentan caracterizar una ama de casa cuya vida hogareña no le permite el lujo de tomarse cinco minutos para arreglarse frente al espejo.
Gabriela Solís, el personaje encarnado por Araceli González, es una ex modelo, que en la versión original es una latina voluptuosa y sexy (Eva Longoria). Araceli, si bien es sumamente atractiva, le plasma a su versión del personaje una estética, aunque sumamente sensual, menos agresiva. Con menos curvas, pero más elegancia, la “Gabrielle” argentina conserva algunas características de la original. El cabello oscuro y largo (un importante cambio de look para la modelo que se la reconoce por haber impuesto el cabello corto como moda). Mucho escote y faldas muy entalladas. Claro que cuando la ocasión lo amerita, no pierde la oportunidad de lucir un sensual vestido rojo con un escote más que sugerente, la espalda descubierta y un tajo que justifique las tan bien conservadas piernas de la modelo. Menos morena que la original, Araceli, le pone más sensualidad y menos sexualidad al personaje. Susana Martini, el personaje caracterizado por Gabriela Toscano, también guarda varios puntos en común con Susana Mayer. Claro que el casual cabello oscuro y lacio de Mayer, se opone al castaño y ondulado de Martín. Si bien ambas muestran la misma adicción al jean y a los cardigans despojados de ornamentos, Susana Martini, dueña de una figura bastante más pulposa que su antecesora, deja en el camino la languidez de la original, otorgándole una atractiva mezcla de estilos entre naif y urbano. Carola Reyna por su parte ha compuesto a Vera Sherer casi a la perfección si se compara con la versión original (Bree Van De Kamp). No solo desde la interpretación del personaje, sino también desde la estética del mismo. Con cardigans abotonados, polleras al tono en evasé, zapatos preferentemente cerrados y collar de inmaculadas perlas blancas (a veces pañuelos al cuello). El cabello, una de las mayores preocupaciones del personaje, que jura y perjura constantemente que es de color natural, mantiene las mismas características. Aunque la colorada cabellera de la versión original, toma una tonalidad rubia en la versión nacional. Raya al medio y una lucha constantemente ganada contra el frizze, es la característica estética más sobresaliente de este personaje que Carola ha logrado sin obviar detalles. Por último no se puede dejar de mencionar a Carla Otegui, la “come hombres” encarnada por Romina Gaetani. Aunque en la versión original, el personaje es una rubia veterana, aquí la impactante Romina no tiene pudor en mostrar sus curvas y sus bucles oscuros. Tops y escotes por los que se puede ver ( en lugar de adivinar) que tipo de lencería tiene debajo. Jeans súper ajustados y faldas hiper – cortas. Accesorios grotescos y en exceso, siguiendo con la línea del personaje, pero no del original que intenta imprimirle una buena dosis de erotismo a cada escena, sino el que la actriz argentina ha sabido construir.
En conclusión, las primeras Amas de casa desesperadas de Latinoamérica, han logrado combinar las características imposibles de obviar de la versión original pero con gustos propios, cortes, colores y tendencias más cercanas a la mujer argentina.
Fuente: www.television.com.ar
