‘Pero Por Debajo’ es el segundo capítulo de la serie de Canal 13, Amas de Casa Desesperadas. También es el segundo capitulo de la primera temporada. Escrito por Marc Cherry salió al aire por primera vez el 6 de Septiembre de 2006.Temporada: 1 (Agosto 2006 – Diciembre 2006)
Nº: 2, 1x02
Rating: 20,0
Actores Invitados:
Tina Serrano como Marta Hidalgo
Carlos Portaluppi como el Dr. Goldstein
Eliana Gonzalez como Julieta Martini
Rodrigo Guirao como Juan
Review del episodio:
Alicia pensaba que conocía a todos, pero si hubiera observado un poco más, se habría dado dado cuenta de que la gente solo mira lo exterior. Y si no hubiera mirado lo exterior, habría sabido que Gabriela Solís era un mujer deprimida y ella tendría que haberla ayudado. Alicia solo veía el lado de Gabriela que todos veían: sus caras joyas, sus fabulosos vestidos de diseñadores, y su reloj de diamantes. Gabriela sabía que estaba sola ya que su marido Carlos estaba siempre trabajando, y también que si separaban o lo perdía sería aún más infeliz. Esta es tal vez la razón por la que Juan no era solo su jardinero sino su actual amante. Mientras los dos se relajaban en la bañera, Gabriela escuchó un ruido de afuera. Cuando mira por la ventana, ve a Carlos saliendo de su auto y mirando el correo. Ella se desespera y arma un plan para sacar a Juan de ahí. Los dos corren por las escaleras y Gabriela tira a Juan por la ventana; el cae en las plantas y se pone la camisa. Simultaneamente, Carlos entra en la casa sin darse cuenta lo que acaba de pasar. Él pregunta porque ella se está bañando en la tarde, cuando ella le explica que es solo porque hizo gimnasia. Cuando pregunta donde está Juan, Gabriela vacila hasta que el jardinero los saluda alegremente desde la ventana. Carlos le recuerda que tiene que terminar de cortar el ficus. La escena termina cuando la cámara apunta a Juan, desde el otro lado, que está vestido solamente con su camisa.
Las mujeres se reúnen la noche siguiente en lo de Susana para discutir la misteriosa nota que fue enviada a Alicia. La dueña de casa piensa que se la tienen que mostrar a Pablo ya que puede ser usada como evidencia para encontrar al escritor. Gabriela piensa que el se va a quebrar. A Vera le parece así, pero Lía piensa que solo va a empeorar las cosas. Las cuatro se van sin una solución y deciden hablarlo a la mañana.
Mientras, Vera intenta salvar su matrimonio con Ricardo yendo a terapia de pareja con el Dr. Goldstein, uno de los mejores psicologos de la zona, que ha manejado casos como abuso sexual, infidelidades y todo tipo de problemas maritales pero que nunca conoció a un par tan extraño como los Sherer. En las primeras sesiones, Ricardo se queja sobre su matrimonio abiertamente mientras que Vera solo hace algunos comentarios. El Dr le dice que ella tiene que pensar en ella y en Ricardo de vez en cuando, en vez de solo hacerlo en las tareas domésticas o los chicos. Mientras él Dr le da estos consejos, Vera se concentra en un botón mal puesto de su traje. Más tarde, ella regresa al consultorio donde se ofrece a coserselo. Mientras le hace el favor, los dos habla sobre como Ricardo exagera siempre y que el matrimonio no es enteramente culpa de ella. En la próxima sesión, Ricardo habla otra vez y el Dr. Le recuerda que tiene que estar agradecido que Vera siempre haga todo lo que hace ya que no es su obligación. Ricardo se calla y ella le sonríe al doctor.
Susana decide invitar a Miguel a su recién inventada cena de ‘bienvenida’ para los nuevos vecinos. Miguel acepta. De todas maneras, sabiendo que ella cocina horrible, él decide cocinar y hacerla en su casa. También invita a Julieta. Mientras hablan, son interrumpidos por Carla que pregunta de que están hablando. Miguel le dice que Susana lo acaba de invitar a una de sus cenas de bienvenida tradicionales. Carla pregunta porque ella no tuvo una y Susana dice que es una tradición nueva; entonces decide invitarse ella misma, diciendo que será divertido. Miguel dice que depende de Susana, que se siente culpable y decide que su vecina también puede ir; decide llevar a Julieta porque dice que ella la va a salvar de decir algo incómodo frente al plomero. Susana decide ir a lo de Miguel temprano para ayudarlo, pero inesperadamente, Carla ya está ahí. La cena va bien y a la única persona a quien Susana logró una mala impresión es el perro, Bongo, que está más que interesado en Carla. Exitosamente, Susy consigue que el perro se le acerque, pero este accidentalmente se traga uno de sus aros y comienza a ahogarse. Miguel lo lleva rápidamente a la veterinaria, seguido por la dueña del aro. Julieta y Carla se quedan a limpiar. En el veterinario, Susana se disculpa y él también se disculpa ya que el perro era de su esposa fallecida. Ella se da cuenta de que Miguel aún tiene sentimientos por su mujer y que no va a estar bien emocionalmente por un tiempo. Lo abraza cuando se enteran de que Bongo está bien.
Con Tomás viajando otra vez, Lía tiene una pelea con sus hijos en el auto. Ella ya había tratado varios métodos para que se porten bien, aunque ellos no le hacían ni caso. Después de que su forma de tratarlos sea cuestionada por un policia, ella le grita diciendole lo estresante que es ser ama de casa. Cuando el policia ve esto, le da una advertencia y regresa a su auto. Más tarde, la Sra. Hidalgo le cuenta Lía como su madre la hacía portarse bien en el auto. Cuando Marta se portaba mal, su madre la dejaba al lado del camino. Rápidamente regresaba y Marta nunca más se portó mal en el auto otra vez. Lía intenta este método sin resultado. Cuando los chicos hacen desastres, Lía los deja en la vereda de una calle, da la vuelta a la manzana y regresa, viendo que los chicos no están. Histerica, le pregunta a una mujer si los vió, pero esta observó todo lo que pasó y le pregunta que clase de madre es para abandonar a sus hijos. Lía dice que no los abandonó y que volvió enseguida. La mujer le dice que ella está teniendo ataques de ira y que va a llamar a la policia. Lía consigue que los chicos golpeen a la mujer y todos corren hacia el auto.
Carla se muda con la Sra. Hidalgo poco después del incendio en su casa. En la escena del crimen, la Sra. Hidalgo encuentra evidencia: la taza medidora de Susana. Mientras recolecta ropa para Carla, Marta visita a Julieta donde se entera que compraron una taza medidora nueva. Si Marta Hidalgo decide ir a la policía podría ser muy malo para Susana.
Después de ser casi encontrada por Carlos, Gabriela decide que ella y Juan no pueden volver a tener sexo en su casa. Ella llega inesperadamente a la casa de Juan, donde el le entrega una hermosa rosa diciendole que espera que su relación dure un largo tiempo. Gabriela se siente diferente sobre su relación con él, dandosé cuenta de que solo puede ser una aventura y nada más. Cuando Juan ve que Carlos le compró a ella un auto nuevo, el entiende que Gabriela está enamorada de Carlos y va a tener que compartirla.
En el medio de la noche, Pablo Oviedo tira una caja de juguetes en un lago. Sus contenidos son desconocidos, aumentando aún más la intriga por el misterio de Alicia.
