Amas de Casa Desesperadas
sábado, noviembre 11, 2006
posted by Mr. Daho at 8:01 p. m.

Acá le dejo esta nota para conocer más a Eva Longoria, la actríz que personifica en la versión original a Gabrielle Solis, el papel que le tocó acá a Araceli González.

Todo lo que la chica de Corpus Christi hace es noticia. Su infartante bikini en la ceremonia de entrega de los Premios MTV 2005 (“Katrina no iba a privarme de usar un traje de baño”), su gusto por los vibradores (“tengo uno con forma de conejo en mi mesita de luz”), pasear por su casa ligera de ropas, su noviazgo con el joven basquetbolista Tony Parker, su reciente separación, su mediática reconciliación en París (adonde la pequeña diva latina viajó) para ver una replica en cera del jugador de los San Antonio Spurs (que pusieron en el museo Grevin) y siguen las anécdotas. “Mis tres hermanas son muy hermosas y yo siempre me sentía menos que ellas. De verdad era fea y no es sólo un decir: era tan flaca que las chicas de la escuela me habían apodado calaverita”, recuerda Eva Jacqueline Longoria con la seguridad de estar ya bien lejos de aquellos traumas de la infancia. En 1998 fue coronada Miss Corpus Christi, durante 2003 People en español la contó entre las 25 Personas Más Lindas, en 2004 accedió al paraíso de las celebrities por su sensual Gabrielle Solis en Desperate Housewives (el papel que acá interpreta Araceli González) y en 2005, además de firmar con L’Oréal para ser su nueva imagen, figuró primera entre las Hot 100 de la revista Maxim. Lejos, lejísimos de la exuberancia, toda su belleza se condensa en menos de un delicado y hasta frágil metro sesenta. “Cuando estoy en casa sin maquillaje ni peinados glamorosos y tengo puestos sólo mis jeans con una camiseta... ¡Parezco de doce años!”, confiesa sincera.
Picante, siempre supo llamar la atención y uno de sus fuertes son sus declaraciones a la prensa, que ocupan kilómetros de papel de revistas y le dan tema a numerosos programas de televisión. Nadie en el mundo puede resistirse al hechizo Longoria. Con la misma frescura, cuenta que le gusta tejer al crochet y andar completamente desnuda cuando está de entrecasa. Pero eso no es nada.
La actriz habló sin tapujos sobre su gusto por los sex-toys durante una nota con la revista Self. Como resultado, millones de lectores comenzaron a mandarle varios, suficientes como para montar un museo de curiosidades, y la cadena ABC (que emite Desperate Housewives), le exigió a la pequeña terremoto que dejara de mencionar la palabra “vibrador” en sus entrevistas. Hasta el momento les hizo caso.
Protagonista absoluta, incluso en los conflictos ajenos, en medio de la ruidosa separación de Brad Pitt y Jennifer Aniston, la chica tuvo un rapto de cómica inspiración y salió a la calle con una remera que decía “I’ll have your baby, Brad” (“Yo tendré tu bebé, Brad”), ironizando sobre el supuesto motivo del divorcio de los famosísimos rubios hollywoodenses.
Otro de sus ya antológicos escándalos lo compartió con sus compañeras de elenco.
Hicieron una portada para Vanity Fair (que finalmente salió a la venta con el título: “¡No podrían creer lo que costó tomar esta foto!”) que las muestra en trajes de baño de distintos colores junto a una piscina, pero según la nota en cuestión, todo terminó en una enorme lucha de egos.
Parece que un representante de ABC exigió que, para cuidar a Longoria, Teri Hatcher no debía elegir su vestuario primera ni salir en el centro... Pero la ex chica Superman fue un día antes a ver los atuendos y se encargó de acomodarse bien al medio a la hora del click y, dicen, Eva se puso furiosa.
Finalmente, la tapa en cuestión las muestra en el siguiente orden: Nicollette Sheridan en el punto del conflicto, rodeada por Hatcher y Marcia Cross, con Longoria y Felicity Huffman abajo. Al respecto, la aludida aseguró una y otra vez que el famoso altercado nunca sucedió, que jamás sintió celos por la atención que se le presta a Teri Hatcher y que se siente “realmente decepcionada” del artículo que, por cierto, según ella, es “totalmente inexacto”.
Mucho antes de sacarse (o no) los ojos por el protagonismo, Eva se recibió de kinesióloga.
Su ascenso a la fama comenzó cuando fue la psicótica Isabella Brana Williams en la novela The Young and the Restless entre 2001 y 2003. Después tuvo un paso fugaz por la serie L.A. Dragnet y, finalmente en 2004, encontró la horma de su zapato cuando llegó a sus manos el papel de Gabrielle Solis, la ex modelo casada por dinero que reside en el coqueto barrio de Wisteria Lane.
En la cresta de la ola, al saber cuánto iba a ganar en la serie éxito, la chica sacó la chequera y pagó 1,2 millón de dólares por una mansión de estilo mediterráneo, construida en 1924 sobre las colinas de Hollywood. Las legendarias historias de amores furtivos de su primera dueña seguramente terminaron de convencer a la apasionada latina para hacer la inversión.
La mujer que mandó a construir el bonito lugar fue Pola Negri, aquella actriz de cine mudo que fue amante de Rudolph Valentino y Charles Chaplin.
La vida amorosa de Eva, por supuesto, también es una suerte de culebrón millonario. Estuvo ligada sentimentalmente al presidente del Sindicato de Actores de Pantalla (Screen Actors Guild), Sid Laura Horowitz, y al escritor Milan Gracanin. Llegó al altar antes de ser una celebrity y la estrella de la casa era su marido, el protagonista del programa General Hospital, Tyler Christopher. El matrimonio comenzó en 2002 y terminó en 2004, justo cuando Eva comenzaba a acariciar la fama. Ya divorciada, tuvo un romance con el ex NSYNC J.C. Chasez y finalmente comenzó su noviazgo con Tony Parker.
Los siete años que le lleva a su galán, en principio, no fueron gran problema. Según declaró el deportista, ella es menos madura que él en muchas cosas. Oriunda de Texas, la actriz es hincha de los San Antonio Spurs y tener en sus brazos a una de sus estrellas le pareció, primero, un delicioso souvenir, pero pronto la aventura se convirtió en una verdadera historia de amor.
Hasta su reciente (y fugaz) separación confirmada el 2 de octubre y desmentida cinco días después, todo hacía pensar que Eva y Tony terminarían casándose. Pero últimamente estaban en crisis y, más tarde, la publicista de la diva de la pantalla chica salió a confirmar lo que ya era un secreto a voces: “Atraviesan un momento difícil”, manifestó Liza Anderson en su rol de portavoz de la actriz. Por su parte, el atractivo mulato de origen francés se llamó a silencio.
Pero que vivan en ciudades tan lejanas (ella en Hollywood Hills, California y él en San Antonio, Texas) no fue un conflicto tan fuerte como aparentó serlo. Después de 18 meses de noviazgo tuvieron un pequeño gran problema, sí, pero lograron un final feliz.
Mientras, y después de firmar un contrato con la ABC por el que se compromete a no quedar embarazada durante los próximos seis años, Eva se tomará un avión de vez en cuando para ver a su amorcito. Y su tiempo libre, lo pasará disfrutando de sus actividades preferidas... como escalar roca, hacer yoga, jugar al golf, bailar salsa y, sobre todo, generar algún que otro sabroso escándalo.

Fuente: Revista Luz.
 

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