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Días atrás se puso en marcha el primero de los encuentros propuestos por Café Cultura Nación, con una interesante charla ofrecida por la actriz Mercedes Morán en el café concert La Trova, ubicado en la esquina de Colón y Lavalle. El lanzamiento contó con la presencia de Milagros Barbieri, coordinadora federal del programa.
La propuesta, impulsada por la Secretaría de Cultura del gobierno de la Nación, cuenta además con el apoyo de la Municipalidad de esta ciudad y del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Su propósito: promover espacios de encuentro y reflexión sobre la cultura argentina.
Antes de la charla, Mercedes Morán pasó por la sala de situaciones de la Municipalidad donde, además de atender a los medios de prensa, recibió de parte del intendente Miguel Prince un decreto mediante el cual fue declarada Huésped de Honor de la Villa Nuestra Señora de Luján.
En el mismo acto se conocieron otros dos decretos que declararon de interés cultural-municipal tanto la puesta en marcha de Café Cultura en esta ciudad como la apertura de La Trova, nuevo espacio que se propone promover diferentes manifestaciones culturales en Luján.
Tomando un café Un vez en La Trova, con la moderación de alumnos de la carrera de Gestión Cultural, Mercedes Morán contó cómo fueron sus inicios en el campo de la actuación -el despertar de su vocación, su especial interés en el comportamiento humano-, y respondió a cada una de las preguntas del público que colmó las instalaciones del lugar.
Acerca de sus comienzos, explicó: “El mío no es un caso de vocación prematura; así que todos aquellos que todavía no saben qué hacer de su vida no desesperen, no todos tenemos la vocación clara. Yo sentía que mi vocación era la sociología. Entonces estaba en ese mundo de la Facultad de Filosofía y Letras, con 17 o 18 años, después de terminar la escuela. Ya me había casado. En eso sí que fui bastante prematura. Me casé cuando terminé 4º año de la Escuela Nacional. No me casé por apuro, bueno, sí, pero por apuro de irme de mi casa. Mi sueño era ser socióloga. Estaba muy interesada de un modo político, corrían los años 70. Embarazada de mi primer hija, un cambio en los planes de estudio dejó sin sentido para mí seguir con esos estudios”.
De la mano de Lito Cruz dio sus primeros pasos en el escenario. “En esa desorientación es que entré a mi primera escuela de actuación con Lito Cruz. Para no perder el año, sentía que tenía que hacer algo. Tuve una entrevista con él y me dijo que había muchísima gente interesada en estudiar, gente que tenía muy claro que querían ser actores o actrices, y que iba a ser un desperdicio darme a mí un lugar porque yo no tenía ese interés. Pero se ve que lo que yo tenía era mucha sinceridad, porque le dije que lamentaba que fuera así, pero que no era de otro modo. No sé si fue eso o que tenía pocos alumnos anotados en su curso, pero me llamaron y empecé”.
Entendiendo el esfuerzo que implica hacerse de un oficio en el arte, Morán compartió su mirada respecto de su dedicación comentando que “descubrí que la actuación era algo que se podía estudiar, que no era sólo fuente de inspiración. Yo creo mucho en el estudio, en el trabajo. He sido criada en la cultura del trabajo. Me gusta un marco de rigurosidad para, adentro, establecer un caos; pero creo en la norma, en el autor que escribe todos los días, el actor que trabaja todos los días. Todos los oficios tienen una gran cuota de inspiración y de talento y de condiciones naturales que no alcanzan -a no ser que sea un genio- si no se le suma una cantidad de trabajo”.
¿Por qué actuar?“A mí no me hubiese alcanzado con una sola vida, y la actuación me permite ser muchas personas, muchas mujeres. Y cada una de las veces que desarrollo un personaje siento ese agradecimiento de tener la oportunidad de ser otra, con todo lo que eso implica”, dijo la actriz. “Cuando ingreso en el cuerpo, en la cabeza, en la imaginación de un personaje, tengo la posibilidad de salirme de mí, de mirar con otros ojos, de pensar con otra cabeza, y eso es lo que me permite ensanchar mis horizontes y demoler prejuicios”, agregó.
Respondiendo a una de las consultas que realizó el público, la actriz se refirió al crecimiento del cine nacional. “Afuera está pasando algo con el cine latinoamericano, no sólo argentino. Hay una crisis muy profunda del cine norteamericano, de la gran industria, a pesar de que no nos damos cuenta. Por eso aparece un nuevo cine, un cine independiente en el mundo, desde oriente hasta occidente. Allí, el cine latinoamericano tiene un papel protagónico importante -como lo tuvo el asiático en su momento. Además, dentro de Latinoamérica, el cine argentino hizo punta con las nuevas producciones; Méjico también. Eso nos habla de un camino realmente importante, se está creando una industria paralela que crece independientemente de la gran industria norteamericana; con sus propios espacios para producir, distribuir e insertar en el mercado”.
Fuente:
El Civismo.