Amas de Casa Desesperadas
sábado, octubre 28, 2006
posted by Mr. Daho at 5:20 a. m.

"Era un poco Mafaldita"
A los 5 años, en un jardín de infantes de España, aprendió a escribir. A los 6 se animó con el primer poema y ahora, consagrada como actriz, confiesa que la escritura le abrió las puertas de la creatividad.

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Aquí no habla de velas, ni de yoga, ni de los secretos del sushi, temas que, más de una vez, se le colaron en las notas. Carola Reyna habla, curiosamente, de lo que callaba. De lo que no decía pero escribía, oficio que empezó a tomar forma en su corto paso por España: "Cuando mis viejos se separaron, mi mamá y yo fuimos a vivir a Madrid. Iba a un colegio de monjas, unas monjas geniales que me hacían sandwiches de chocolate o de sardina y que también me enseñaron a escribir. A los 6 años ya me empezaba a comunicar a través de los poemas".

¿Eras la nena rara que se subía a la mesa a decir el versito?
Era un poco Mafaldita. Y era un poquito, tal vez demasiado, sobreadaptada a las situaciones. Algo así como la que siempre entendía todo. Era una nena muy buena. Siempre tuve la sensación de que lo mío era cumplir con eso de no traigas problemas. Y entonces no traje ningún problema.
¿Nunca?
Digamos que pocos. Creo que cuando más me revelé fue en la adolescencia, cuando mis viejos volvieron a estar juntos.

Hija del productor de TV Eduardo Reyna, la niña devenida en ama de casa desesperada comparte ahora su primer texto de puño y letra. Y con los ojos a medio cerrar, ensaya —en el cálido living de su casa, en San Telmo— algo así como dime potrillito blanco qué quieres hacer, ir corriendo por la pradera hasta el amanecer. La sonrisa le interrumpe el recitado y la memoria le dobla la apuesta: "Uno de los más jugados de esa época se llamaba Gitana. Nos habíamos ido con mi vieja a Venezuela, donde trabajaba mi papá. Esa vez no se reconciliaron, entonces nos volvimos a Buenos Aires. Una noche, cuando yo tendría unos 7 años, ellos hablaban en el living sobre su separación y escribí un poema sobre la despedida de un hombre a una mujer que había amado. Decía Gitana, asómate a la ventana y tírame una rosa perfumada, ven a ver nuestro amor por la Gran Vía...". De aquellos tiempos también vuelve el halo de la carta de amor al chico del colegio que le quitaba el sueño. El encabezado decía Alaindeloncito mío. El nunca lo supo, ella jamás la entregó.
"Cuando empecé con el teatro volqué ahí toda la creatividad que antes descargaba en mis cuadernos. También me anoté en Publicidad, pero la actuación me iba marcando el camino", comenta la mujer que estudió en Los Angeles y que encuentra en Carlos Gandolfo a su gran maestro.
A él, precisamente, recurrió el día que sintió que "no podía ser actriz, porque no había pasado por las cosas que habían pasado los demás. Le dije no sé quién soy". Sabio, Gandolfo le enseñó algo más que a actuar: "Vos sos una ensalada de cosas. Y ésa es tu mayor riqueza. No reniegues de tu diversidad". Claro que ella había llegado a esa charla perturbada, postal que ahora le provoca cierta gracia. "Yo viví ajena a la dictadura. Y cuando llegué a la actuación mis compañeros hablaban de El Galpón —emblemático espacio de resistencia—, de artistas como Daniel Viglietti y no entendía nada... Pensar que en mi cuarto tenía el póster de James Dean, ¿entendés? Estuve mucho tiempo al margen, pero luego me supe poner al día ".
Con la palmada conceptual de Gandolfo, transitó el oficio —y la vida— con la certeza de que el camino heredado y el elegido pueden compartir más de un adoquín. Adoquín no de obstáculo, sino de apoyo. Y siguió. Estrenó más de 30 obras, filmó 10 películas, se destacó con su papel de "la señorita Teté" en La niñera y ahora se luce en Amas de casa....
Agradecida "de por vida" a los buenos consejos que alguna vez le dio Norma Aleandro, "mi otra maestra", Carola se entrega ahora a la charla distendida, en la casa de techos altos y tés sabrosos en la que vive con Boy Olmi —su pareja hace 14 años—, el hijo de ella y el hijo de él. Con el pelo atado y el pasado que no le pesa —quizás porque lo revisa seguido—, confiesa que "soy muy de ir a fondo con los temas, me gusta meterme en lo que me pasa y me banco si aparece alguna oscuridad. No me escapo".

ACLARACIONES
También la tarde sabe a vos / puede ser que el día, todo, sea un homenaje
La espera honra tus lugares vacíos / me desarmo plena ante tu nombre
Extasis joven vive el recuerdo/ se curte mi piel de tiempo y el orgullo se planta alto como un símbolo heroico
Te quiero cara al viento/ mis ojos, verano, tanto más profundos
Mi vida, hombre, hoy más crecida / la noche comienza a expandir tu olor
Y el alba será pronto tu estandarte/ para conquistar, en la mañana, rosas.
Poema escrito por Carola Reyna a los 18 años. Integra el libro Poesía varia, de once poetas.

Fuente: Diario Clarín

Hola, soy Mr. Daho y tengo el honor de decir que soy un nuevo miembro de este blog. Desde el comienzo venía aportando desde afuera y los chicos me han propuesto unirme. Soy gran fanático de la versión original y un fiel televidente de la adaptación.
A su servicio.
 
2 Comments:


At 11/01/2006 04:13:00 a. m., Blogger Mr. Daho

Viendo la foto, creo que es urgente que Carola Reyna se tiña de nuevo. Una de las gracias de Vera es que ella asegura que ese es su color natural. Cuando ya hemos vista que de chica era morocha.

 

At 2/03/2008 01:57:00 a. m., Anonymous Anónimo

Conoci a Carola en Mar del Plata -"Tres versiones de la vida" - es una actiz y una mujer impresionante!
Realmente un grosa!
Se te quiere Caro!!

Memé

 



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