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En el lugar, mientras una cantante hacía covers de Diana Krall, el macrista Horacio Rodríguez Larreta llegaba apoyado en muletas (por el corte de su tendón de Aquiles en un amistoso de fútbol) y con cara de "esta noche no pienso bailar". Cerca, Teresa Garbesi comentaba que, más allá de las palabras seductoras, "las mujeres tienen códigos de preferencia para los hombres: cómo se comporta en la mesa, y también se fijan en los zapatos, la corbata y miles de cosas". Y Andrea del Boca y Valeria Mazza compartían mesa y se preparaban para el remate solidario: les había interesado un vestido del diseñador Benito Fernández.
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Pero el vestido de Benito Fernández fue a parar a las manos de Araceli González, que - chocha de la vida - pagó 4000 pesos. Una especie de ganga, si se lo compara con lo que pagó Dicky Smith Estrada por la raqueta con la que Daniel Nalbandián jugó el final de la Copa Davis en Rusia (16.000 pesos, como si nada). Y una de las carteras que Meryl Streep usó en El diablo viste a la moda se la llevó Patricia Miccio, previo pago de 12.500 pesos.
Fuente: Diario La Nación.