Amas de Casa Desesperadas
lunes, octubre 30, 2006
posted by Desperate Fan at 8:00 p. m.

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En el teatro es uno de los protagonistas de “Los mansos”; en la televisión aparece todas las semanas en “Amas de casa desesperadas” y en el cine participó en numerosos filmes como “El aura”, “Tatuado”, “Glue”, “El regreso de Peter Cascada” y “Cara de queso”; su agenda está casi completa para el año próximo.
Con un rostro inconfundible, con inmensos ojos azules, y apenas 20 años, Nahuel Pérez Biscayart ya es el “niño mimado” de los directores argentinos. Y para él, está todo bien: “está buenísimo tener mucho trabajo, y si recibo mimos, se agradecen, pero no se trata de mimos gratuitos; es una fortuna tener trabajo y encima haciendo lo que te gusta”, señaló el actor en una conversación que mantuvo con LA GACETA.
Aunque admite que no suele mirar televisión, rescata que se trata de un espacio más de comunicación y de actuación: “prefiero hacer un programa de tele bueno que una película mala”, dice como al pasar. Y a pesar de que la mayoría de los personajes que interpretó son seres tortuosos y dramáticos, elogia la comedia y el humor: “es muy difícil de hacer, me interesa el humor, no cualquiera, por supuesto, sino uno sutil, y eso es más difícil de encontrar”. Reconoce que le gustaría trabajar con Lucrecia Martel, alguien con la que aún no encaró ningún proyecto, “porque me interesa su mirada”.
Cuando se le pregunta sobre sus pases de proyectos comprometidos artísticamente a otros más livianos, Pérez Biscayart responde: “actúo en cosas que me gustan y me lo tomo todo igual, no diferencio en los trabajos; algunas me gustarán más que otras, sí, y otras serán por el dinero, pero sin dejar de lado que el proyecto me interese y me atraiga, y le pongo las mismas ganas”. Y es en ese momento de la charla cuando el adolescente no tan niño se pone serio y explica que busca algo propio dentro de lo que es el proyecto. “Hay actores que me gustan verlos actuar, pero lo lindo es buscar y encontrar una expresión propia, que es lo creativo. Mi composición de personajes es bastante intuitiva. Pero a veces sólo hace falta entender en qué estado tiene que estar en tal situación, lo particular de cada momento. Y cuando se trata de una caracterización, lo ensayo un montón”.
Cuando se le pregunta sobre sus referentes asegura que no los tiene. “No creo además en que haya buenos o malos actores; sí hay buenas o malas actuaciones, pero no tengo ningún actor como poster”. Nahuel Pérez Biscayart confiesa con total naturalidad que, por ahora, no sigue estudiando. “Sucede que cuando uno está trabajando también te estás formando. En todo caso, me interesaría ir a un lugar que pueda deformarme, ir a jugar y a divertirme. Valoro mucho cuando puedo improvisar. Mi maestra me estimulaba mucho en ese sentido y me motivaba en el aspecto lúdico que es lo que más me interesa”.

- Tenés un rostro especial, lo que se llama el “physique du rol”. ¿Sos consciente que algunos directores te convocan por ello?
- Es el envase y lo que se ve, pero de a poco estoy siendo consciente de esa situación. Pero también, sino tuviera un mérito a la hora de actuar, un rostro por más particular que sea, no te va a dar para actuar y para que te convoquen.

- ¿Desde qué lugar entendés la interpretación?
- Me interesa encarar la actuación desde lo lúdico, desde el juego, porque no es nada trascendente ni mágico en mí. Estamos jugando, esa es la pauta que me permite actuar, y cuando deja de ser un juego y se vuelve medio denso, me inhibo, no funciono. Esto del juego es lo que posibilita a uno desdibujarse y actuar más fresquito, sin tanta pretensión. De verdad, no me lo creo al personaje, me creo la situación que estoy jugando en el momento en que estoy trabajando.

Fuente: La Gaceta
 

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