CLARÍN (Muy Buena)
"(...) Cara de queso es una película iniciática —y por lo tanto teñida de nostalgia—, que transcurre durante un verano, en un country judío. Su levedad es sólo aparente: la historia, narrada en clave satírica, nos lleva hasta las puertas de un mundo adulto que promete ser asfixiante, intolerante, injusto. Con pocos trazos, algunos de estilo naif, Winograd pinta, a través de su aldea estival, el universo. Un universo cerrado y parcelado, como lo muestran las tomas aéreas de los lotes, los planos-detalle de las rejas del country al cerrarse —lo que "protege" también clausura— y el subtítulo del filme: "Mi primer gueto".El espectador mira con los ojos del director, pero a sus 13 años. Al comienzo, Ariel (gran trabajo de Sebastián Montagna) ve cómo un chico ataca y humilla a uno de sus amigos en un baño. (...) "La culpa y, finalmente, la convicción hacen que Ariel declare en un juicio interno, ante padres y autoridades.
Es cierto que Cara de queso, apodo burlón que le imponen a Ariel, abarca demasiados temas (tentación de opera prima) e incurre en ciertos clichés del cine judío (madres y abuelas exigentes y sobreprotectoras; empatía con queribles antihéroes). Pero, aun en su cálido costumbrismo, el filme abunda en miradas ácidas (y graciosas) sobre la vanidad, la intolerancia, la traición, la frivolidad, el egoísmo y otros tópicos patéticos que no son exclusivos de comunidad alguna. Un chico cree que puede acostarse con su mucama porque es morocha; un abuelo carga un handy con el que su mujer lo controla. Ariel dice en off: "Durante el Holocausto nos ponían en guetos. Nuestros padres, ya de grandes, hicieron lo mismo".
LA NACIÓN (Buena)
"El realizador, que sin duda conoce muy íntimamente ese ámbito, aportó un guión en el que las variadas historias se entrecruzan en torno de Ariel, siempre dispuesto a buscar la cordialidad entre esa barra de amigos que, entre burlas y perdones, lograrán la ansiada amistad. Con esta ópera prima, Winograd transita la simplicidad y une hábilmente los entramados de esas familias que, con sus ancestrales costumbres, se ven envueltas en los mitos clásicos del judaísmo, proponiendo una mirada cálida sobre el escenario que describe.
El elenco aporta, además, los buenos trabajos de Mercedes Morán, Daniel Hendler, María Vaner y Juan Manuel Tenuta, en tanto que Sebastián Montagna cumple con sólido oficio el papel de adolescente que se va abriendo a los aspectos más secretos de la existencia".
AMAS DE CASA BLOG (Buena)
Vi la película y me resultó entretenida. El protagonista absoluto, Sebastián Montagna, se carga el film sobre sus hombros y abre el comienzo de una gran carrera por delante. Mercedes Morán no tiene demasiada participación pero logra una buena performance dándole una vuelta a lo que podría llegar a haber sido una enteriotipada madre judía. Carlos Santamaría aparece tan poco que no vale la pena hablar su personaje. En el caso de Martín Piroyansky, hace un buen papel, cargado con mucha connotación sexual. El que se lleva todos los aplausos es Nahuel Pérez Biscayart, que hace reir a toda la audiencia con su torpe e ingenuo Felman. Desde mi punto de vista, él es uno de los actores más versatiles del momento en Argentina.
El gran error del film es el exceso de mala palabras. Se usan mucho lenguaje obsceno en los personajes de los niños, cosa que creo que no está bien. El cine puede educar, y a la vez poder retratar una generación.
