En la versión argentina de "Amas de casa desesperadas" (Canal 13) compone a Gabriela Solís, una mujer ambiciosa e insatisfecha con todo, hasta con su marido (Martín Seefeld), al que a pesar de amar traiciona con el jardinero (Rodrigo Guirao Díaz). Entró como modelo consagrada a "La banda del Golden Rocket" en el '90. Dieciséis años después, por su belleza intacta y por continuar siendo referente de las mujeres, es la cara de la publicidad de prestigiosas marcas. Algunas campañas gráficas las comparte con su hija Flopi (18), de su primer matrimonio con Rubén Torrente. Inquieta y multifacética, siempre va por más: está feliz con la repercusión de su primer libro para chicos, "Ada, el jardín y los sueños". Hace cuatro años se separó de Adrián Suar (38), con quien tuvo a Tomás (8). La ruptura la vivió con un gran dolor, pero salió fortalecida. Hoy lo que más le interesa es su "evolución personal".-¿Cómo describirías a Gabriela Solís, el personaje que componés?
-Es una mujer que está insatisfecha y también desesperada, pero en algún punto todas las mujeres lo estamos. Gabriela se casa con un hombre de dinero para tener una buena posición económica y, cuando logra lo que tanto ambicionaba, se da cuenta de que no es lo que quería.
-¿Este era precisamente el personaje que querías hacer?
- No, me gustaba mucho Susana porque tiene una hija adolescente. Creía que tenía más que ver conmigo, pero se lo dieron a Gabriela Toscano y estoy muy feliz.
-¿Te parecés en algo a ella? ¿Te identificás en algún punto con Gabriela?
-En cuanto a la insatisfacción y la desesperación, ¡qué mujer no se ha sentido alguna vez así! Nos sentimos insatisfechas porque vamos corriendo la línea del deseo. En cuanto a la ambición, si bien me gusta vivir bien nunca haría nada que no estuviera bien para conseguirlo. Gabriela, en cambio, no mide nada para obtener lo que quiere.
-¿Es un programa para las mujeres?
-Y también para los hombres porque defienden muy bien sus personajes. Además, a través de las relaciones con los personajes masculinos se tejen los vínculos de la ficción.
-¿Feliz de estar en este proyecto?
-Sí, es maravilloso, una bendición. Antes que me retire como lo hizo Inés Estévez (se ríe), me pude dar el lujo de estar en un gran proyecto. Ahora me puedo relajar.
-¿Conocías la serie?
-Nunca la había visto. Era fan de "Sex and the City" al punto de que me había comprado todos los DVD y veía hasta cuatro capítulos por noche.
-Y luego de la propuesta, ¿viste el programa?
-Nos dieron un DVD con cinco escenas. Después vi cuatro capítulos y no quise ver más, sólo quería comenzar a trabajar bajo las órdenes de los directores.
-¿Qué significa la manzana?
-El pecado original...
-¿Hasta cuándo graban?
-Hasta fin de mes. Después quiero y necesito vacaciones. Tengo propuestas para cine y teatro, pero hoy mi prioridad es tomarme vacaciones. El 2006 fue un año movido, todavía no terminó y lo único que quiero es descansar.
-¿Te preocupa la lucha por el rating?
-Nosotras estamos contentas por el producto. Hay gente que está de acuerdo con el programa, otros no; lo que sí me provoca "cosita" es que la medición de rating pasa a ser lo principal más allá del producto. Lograr un promedio de veinte puntos a las 23.30 no es poca cosa.
-¿Te brindó seguridad en la actuación haber grabado para el ciclo "Mujeres asesinas"?
-Fue una experiencia que me dio seguridad con respecto a los personajes que puedo hacer. Lo vivido me enriqueció mucho. Todo sirve en esta carrera, desde las participaciones aisladas hasta los papeles con continuidad.
Escritora, mamá, modelo y actriz
-¿Cómo te sentís con la repercusión y las ventas de tu libro, "Ada, el jardín y los miedos"? ¿Ada sos vos?
-Muy feliz. Ada tiene mucho que ver conmigo. Es una chica que tiene una amiga imaginaria que se va a otros mundos con los cuentos que le cuenta su abuelo Fito. Ella, a través de los relatos, supera su miedo a la oscuridad.
-¿Y ese abuelo tiene que ver también con tu historia?
-Mi abuelo Rodolfo, a quien le decían justamente Fito, me contaba cuentos y fue un gran referente masculino para mí. También me lleva a mi hijo, que hizo que recordara esos momentos.
-¿Vas a seguir escribiendo?
-Sí, estoy escribiendo sobre el miedo al agua, que todavía tengo, pero para publicarlo el año que viene. Ya estoy investigando sobre las profundidades del mar.
-Se te ve en campañas publicitarias en la vía pública y en comerciales, y no son trabajos aislados...
-Sí, volví a la publicidad pero sé mis límites y cuándo decir basta. Por ejemplo, no tuve ganas de hacer "Playboy". Acepté las campañas de ropa interior porque las mujeres de 40, si estamos bien, nos podemos mostrar.
-¿Cómo es la relación con Florencia, tu hija?
-Muy fuerte, linda. Hicimos varias gráficas juntas, es divina. Lo único es que discutimos en el viaje porque Flor es muy puntual y yo, no.
Fuente: Revista Ahora (Crónica)
