CLARÍN (Buena)
"No es casual que el primer título, tentativo, de Sofacama haya sido La intrusa. Aun con otro tono, otro perfil de personajes y otra resolución, esta comedia de Ulises Rosell remite —en líneas generales— al cuento de Borges: por una situación fortuita, una mujer atractiva pone en crisis —sin proponérselo, al menos al principio— sólidos lazos familiares; los va modificando, con creciente tensión, hasta llevarlos a un silencioso dilema.
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En la relación entre los personajes, captada con sutileza, sin subrayados, está el principal atractivo.
Bernie (Roth) es una mujer dispersa, simpática, un tanto hippona, un tanto new age, que vive con sus tres hijos varones. Su marido, más tarde lo sabremos, los abandonó sin explicaciones. La familia vive en una desorganizada armonía, hasta que Carmen (María Fernanda Callejón), una amiga de una amiga de Bernie se instala provisoriamente con ellos. Leo (Martín Piroyansky), el hijo del medio, empieza a sentirse atraído por la intrusa que, poco a poco, va dejando de serlo. Carmen, una mujer atractiva que no tiene hijos y jura no querer tenerlos, parece sentirse cada vez más cómoda en ese ambiente desordenado, sobrecargado de objetos, contrapuesto al de su fría casa, que apenas veremos cuando vaya a retirar restos de un naufragio sentimental. En el sofacama de su nueva "familia" encontrará mucho más que calor humano. Este es el núcleo de una película sencilla, con notables actuaciones, en especial de ambas actrices, y la grata sorpresa de que Callejón no componga su personaje en un tono paródico".
LA NACIÓN (Buena)
"Familiar, diríamos, si no fuera porque hablar de amables comedias familiares en el cine remite a un estereotipo hecho de artificio y sensiblería que suele tener muy poco que ver con la realidad. Y en "Sofacama", que tiene el tono cordial y el fresco humor de una comedia, impera la espontaneidad: su familia, aunque pintada con trazo benevolente, es bien reconocible.
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Breve por cierto, porque en "Sofacama" más que la anécdota importan los personajes, y entre ellos, el hijo del medio, a quien el cosquilleo de los 16 años no le permite distraerse de la inquietante presencia de la "invitada".
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Ulises Rosell trabaja el detalle sin hacer alardes, con el mismo lenguaje sutil con que hace hablar a los ambientes (fundamental es en ese caso el aporte de Mariela Ripodas) y con el que compone las situaciones, más allá de alguna reiteración. En la agudeza de muchas observaciones se advierte que hubo una cuidada elaboración del guión, un oído bien atento para redactar los diálogos y un especial esmero en la definición de los personajes, tarea a la que -puede presumirse-, contribuyó decisivamente el ejercicio de improvisación hecho con los actores. La mansa tibieza que Cecilia Roth confiere a su personaje tiene mucho que ver con el clima cálido de la película, que los tres jóvenes (especialmente Martín Piroyansky, verdadero protagonista) colman de naturalidad y simpatía. Haber confiado el papel de la intrusa a María Fernanda Callejón es todo un acierto. Y si el desenlace puede sonar algo convencional o forzado, también es posible interpretarlo como un regalo final que el director quiso hacerle a su personaje".
AMAS DE CASA BLOG (Buena)
Es una muy linda historia adolescente, que creo que puede llegar a lograr un gran identificación con los que todavía estamos en ésta hermosa etapa.
La historia esta narrada muy bien, con sus insinuaciones y con sus certezas. El guión logra muy buena momentos entre Cecilia Roth y Martín Piroyansky, sobre todo en los momentos finales en los cuales se da una situación tensa que resulta ser una interpretación natural.
Piroyansky protagoniza sin dudas esta película con entereza, haciendo muy creibles las diferentes étapas y el desarrollo de su personaje a medida que evoluciona la relación María Fernanda Callejón, actríz que sorprende.
